A reflection on the pandemic and burns in Peru
Desde el 15 de marzo, inició la cuarentena en Perú, observamos la atención del país hacia el sistema de salud y sus acciones enfocadas hacia el tratamiento y contención del COVID 19; vimos la priorización del III nivel de atención de salud, es decir, de los hospitales de alta complejidad, mientras a nivel del personal de salud, se indicó de manera preventiva la permanencia en su casa de los mayores de 60 años o de quienes tuvieran alguna morbilidad. En resumen: atención a una sola patología con menor cantidad de recursos humanos, sin embargo, este no es el objetivo de este artículo analizar la eficacia de la estrategia sanitaria asumida, sino ver las quemaduras en este contexto.
Si alguna vez te entró la curiosidad sobre cómo dar una mano de forma continua, sencilla y que realmente valga la pena, aquí tienes tu chance. Es un gesto pequeño, pero firme, que convierte relatos de sufrimiento en narrativas de ilusión.
Aniquem, en alianza con el Hospital Regional del Cusco llevará a cabo entre el 2 y 6 de junio la Campaña Quirúrgica “Sanando juntos” por el cual operará gratuitamente a 40 niños y adolescentes del Cusco y de la Macro Región Sur que tengan secuelas de quemadura que les impidan desenvolverse con normalidad.
En 2024, el Perú, con aproximadamente 34 millones de habitantes, generó anualmente un promedio de 8,450,715 toneladas de residuos sólidos (MINAM, 2024). Según el Ministerio
del Ambiente, un ciudadano peruano consume en promedio 30 kg de plástico por año, de los cuales la mayoría no se recicla.
Del 1 al 31 de mayo de 2025, la Asociación de Ayuda al Niño Quemado (Aniquem) y el Banco de Crédito del Perú (BCP) se unen en una campaña solidaria con el propósito de seguir brindando apoyo a niños y adolescentes con lesiones por quemaduras en situación de vulnerabilidad.